miércoles, 27 de noviembre de 2013

Magneto y los totalitarismos en Hannah Arendt



En esta ocasión no vamos a dedicar estas líneas a un comic en concreto, sino a la figura de un personaje que me ha fascinado desde que empecé con esto de los tebeos, a mi modo de ver Magneto ha ido poniendo de manifiesto a lo largo de estos años y a través de varios guionistas, con mayor o menor acierto, toda una serie de temas netamente políticos que bien merecen que le dedique unas líneas. Intentaré no ser muy aburrido.





A mi entender, el interés de Magneto como personaje reside en que puede decir mucho de nuestra propia sociedad, a veces se le ha utilizado simplemente para satanizar las posturas radicales, pero el verdadero jugo que se le puede sacar es más bien que puede decir Magneto de nosotros, es decir, no satanizar posturas radicales sino más bien que dice el extremo sobre nosotros, sobre nuestra sociedad. Para encuadrar teóricamente a Magneto creo que me servirá muy bien los conceptos políticos que maneja la pensadora Hannah Arendt en su obra “El origen de los totalitarismos”.




Como judía perseguida por el nazismo, rasgo que comparte con nuestro personaje de ficción, Hannah Arendt  emigró a EE.UU y dedicó su vida a desentrañar las figuras de los totalitarismos, la obediencia ciega, la esencia de un estado de derecho, a qué podemos llamar ciudadano y a qué no, etc… e identifico el totalitarismo como una forma política completamente nueva en la historia del ser humano, ella siempre lo identificó con el nazismo y el estalinismo, aquellas formas de gobierno que llevaron a cabo los más abyectos crímenes contra el ser humano.
Tanto uno como otro no se veían así mismo como regímenes ilegales, pero no por ello tampoco se veían como regímenes legales, se situaban en un tercer plano, decían obedecer a fuerzas superiores, en el caso del nazismo a la Naturaleza y en el caso del estalinismo a la Historia, fuerzas que escapaban al debate ético, así por supuesto si se gasea a miles de personas o si se encarcela a otras tantas en realidad no se está cometiendo atrocidades, sencillamente se está acelerando un proceso natural o histórico, valga como ejemplo los juicios de Nüremberg, donde un encargado de los campos de concentración relataba con toda naturalidad los procesos mediante los cuales había ampliado la producción de las cámaras de gas consiguiendo así eliminar a más personas al día y en cambio se enfureció cuando alguien le acusó de haber asesinado a un joven con sus propias manos, respondió enfurecido que él “nunca había matado a nadie” es así como estos regímenes se ven a sí mismos, fuera por completo de las coordenadas de bien o mal, simple ejecución de fuerzas supranaturales.

Más de una vez Magneto ha recriminado a Xavier que si por él fuera, aún seguiríamos nadando en el mar, que se hubiese puesto a la llegada del ser humano frente al mono, que él solo obedece una fuerza de la naturaleza, en este caso, la evolución, Magneto encuentra otra fuerza por encima de la humanidad que le sirve de coartada para cometer todo tipo de crímenes y genocidios, porque al igual que Hitler o Stalin, sostiene que no se pueden cometer crímenes cuando simplemente se es el brazo ejecutor de la Naturaleza, de la Historia o de la Evolución, el debate ético, la legalidad o ilegalidad quedan ya como temas no solucionados pero sí superados, porque directamente nos negamos a aceptar como tal esos conceptos, son conceptos antiguos, se ha trascendido a un plano superior.

Tanto el nazismo como el comunismo como la utopía soñada por Magneto serán, nos dicen, auténticos cielos encarnados en la tierra, no habrá crímenes, pero si no habrá crímenes será más bien porque para cometer un crimen hace falta que exista una ley dentro de un marco legal para poder infringirla, y lo que estas utopías persiguen es que el ser humano no se límite a obedecer leyes concretas sino que sea el producto de las fuerzas suprahumanas, llámese Naturaleza, Historia o Evolución.

Existe un problema de base con estas concepciones de la sociedad y el ser humano, al plantearlas como fuerzas en constante movimiento se deja la puerta libre a que la utopía alcanzada sea un paso más del proceso, es decir, si la Naturaleza para el nazismo nos impele a erradicar a judíos o gitanos sería el fin de la misma que dejasen de aparecer razas inferiores a las cuales erradicar, lo mismo ocurriría con Magneto, para que haya evolución como tal hace falta que existan especímenes superiores a los otros, la erradicación de lo inferior detendría la evolución, es decir, que se necesitan constantemente aquellos especímenes de los cuales se dice aborrecer.
Pero como dije al principio lo interesante de Magneto no es dibujar nuestro opuesto como sociedad, desfigurado y exacerbado para recrearnos y deleitarnos en nuestra sana sociedad(actualmente más en entredicho que nunca), lo interesante es hacer hincapié en los defectos que ve Magneto en nuestra sociedad, es decir, que nos puede servir de autocrítica.  Un personaje como Magneto, quien siempre ha sostenido que no se amolda a las leyes, que es imposible juzgarle porque no reconoce unas leyes que de hecho se incumplen por nuestra parte, si algo puede recriminarnos es cuánto de hipocresía tiene nuestra sociedad, cuanto de vacíos son sus ideales  y más importante aún, puede servir de aviso que enarbolar unos ideales que se quedan en la mera palabra puede dar pie a crear caldos de cultivo para discursos como los de los totalitarismos que hemos visto.

Fuera ya de este artículo comentaros que no hace mucho se estreno una película sobre la vida e ideas de Hannah Arendt con críticas  dispares

 
 Y por supuesto y más en la línea de nuestro querido blog la próxima aparición de Magneto en X-Men: Días del futuro pasado
¿Qué deparará el encuentro entre estos dos?

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